Son sustancias de origen animal, mineral y vegetal, preparados mediante un proceso estandarizado de dilución y sucusión (dinamización homeopática).
Se dispensan exclusivamente en farmacias, debido a que están regulados por la ley del medicamento (Real Decreto 2208/1994, de 16 de noviembre).
Son seguros, eficaces y bien tolerados. Se pueden administrar también a embarazadas, recién nacidos y ancianos.